Robert Morris

El dibujo como pensamiento

Exposición

Al utilizar los dibujos como estudios de pinturas y esculturas, diagramas, así como documentos de procesos físicos, Morris redefine el papel de éstos mediante la exploración de nuevos medios y técnicas. Sus dibujos monumentales que amplían la imagen desde la página al mural son una innovación característica del arte contemporáneo con referencias al mundo antiguo y al renacimiento. Los dibujos se enriquecen con las alusiones del artista a la arqueología y la filosofía así como a los viejos maestros, Durero y Leonardo da Vinci, y a los del arte moderno, como Cézanne y Pollock. Entre las obras expuestas por primera vez se encuentran los dibujos basados en Goya, el artista que más aflora en la mente de Morris cuando  explora los desastres y sinsentidos de los siglos XX y XXI. Para Morris el dibujo se convierte en el principal medio de solucionar los problemas estéticos que le han preocupado desde su decisión de abandonar la pintura en 1958 – año en que ARTnews lo nombró mejor pintor joven de Estados Unidos. Morris empezó a dibujar siendo niño y lo ha seguido haciendo sin interrupción a lo largo de toda su vida. En el dibujo encuentra finalmente la forma de expresar sus dotes de pintor sin rendirse al academicismo o a una ilustración superficial de su continuo compromiso  político, como ejemplifica la serie final de los dibujos Blind Time inspirada en escenas de tortura de Guantánamo. El dibujo permite a Morris explorar nuevos territorios, especialmente los relacionados con la imaginería representativa – vetada en la pintura por académica – y una escala arquitectónica hasta ahora desconocida en el dibujo. La naturaleza íntima y privada del dibujo también le permite cierto grado de expresión personal, ausente en sus trabajos tridimensionales.