Elmer Betters

Exposición

Elmer Batters (Milwaukiee, 1919 – California, 1997) debutó como fotógrafo a finales de los años 40. Sus fotografías aparecían en revistas para adultos, un nuevo tipo de publicación que había constituido a principios de la década de los 50 un extraordinario fenómeno editorial. Sucesoras directas de los antiguos posters de pin-ups utilizados durante la guerra, estas publicaciones mostraban fotografías de chicas con escasa o ninguna ropa, acompañadas por artículos de tono picante. A finales de los 50 y principios de los 60, Batters empezó a publicar sus propias revistas, que llevaban títulos tan significativos como Man’s Favorite Pastime, de la que se vendieron 5000 copias, Sheer Delight, Leg-O-Rama, Nylon Doubletake o French Frills, en las que se ocupaba prácticamente de todo, de los textos a las fotografías. Éstas se realizaban a menudo en su propia casa, ubicada en una zona suburbial de Los Ángeles, a donde se había trasladado en 1955 y cuyo garaje albergaba su laboratorio fotográfico. En aquellos años tremendamente puritanos en los que este tipo de fetichismo era socialmente inaceptable, su pasión por el pie femenino, que se expresaba a través de dichas revistas, le valió una acusación de obscenidad y perversión que le llevó a los tribunales. Cansado de sus problemas con la censura, Batters abandonó la autoedición de revistas (si bien no su fijación con las piernas y los pies femeninos) y se consagró por entero a la fotografía, cuya técnica fue depurando y perfeccionando. ”Como es sabido, las piernas están para andar, bailar y amar. Pero también se dirigen a quienes se sienten fascinados por ellas, en un lenguaje tan elocuente como la poesía”, decía el artista al respecto del objeto de su pasión fetichista y de su arte. Acuciado por problemas económicos, se dedicó a hacer trabajos fotográficos por encargo, pero su particular erotismo no encajaba con las demandas de los editores, que buscaban unas imágenes cada vez más explícitamente sexuales. Batters se retiró entonces a trabajar a su casa, donde continuó fotografiando a sus modelos, generalmente sobre un fondo de cortinajes de color verde característico de su ultimo periodo creativo, en el que se concentró casi exclusivamente en fotografiar pies, centro privilegiado de su obra tardía. A mediados de los 80 dejaría de trabajar definitivamente por problemas de salud en general y de visión en particular. La publicación de sus fotografías antiguas en la revista Leg Show rescataron a Batters del olvido y le dieron cierta notoriedad, pero el verdadero reconocimiento de su obra no le llegaría hasta poco antes de su muerte, cuando se publicaron dos monografías (From the tip of the toes to the top of the hose en 1995 y Legs that dance to Elmer’s tunes en 1997) que atrajeron un interés internacional por la extraordinaria calidad de las fotografías de este artista, que hasta entonces no había traspasado los límites del reducido universo del fetichismo y del que ahora se descubre la inimitable genialidad de su obra. En los últimos años, sus fotografías han sido expuestas en diversas galerías, como Andrea Rosen de Nueva York (2001) o Cokkie Snoei de Rotterdam (2002). Obras suyas han figurado asimismo en exposiciones colectivas como las celebradas en la Kunsthalle de Basel (2000) o la dedicada recientemente a la Colección Taschen en el Museo Reina Sofía (2004/5). No obstante, la exposición en el IVAM es la primera individual que se le dedica en España a este fotógrafo.