Daniel Orson Ybarra

Obediencias Íntimas

Exposición

La Sala de la Muralla acoge este magnífico trabajo pluridisciplinar, resultado de muchos años de investigación en el inquietante mundo de la plástica, donde Ybarra nos comunica las impresiones de su inmensa sensibilidad, significada entre su alma y su intelecto, evocando paisajes estratificados de una estética añorada. Ybarra inventa su propia luz, la redefine e imagina un mapa lleno de universos, para así invitarnos a un viaje sensorial que va desde lo infinitamente pequeño hacia el macrocosmos: viaje de ida y vuelta matizado de infinitas paradojas visuales donde tienen cabida todos los elementos de la creación, desde las mareas de guijarros basálticos en la brillantez de su negrura hasta las más curiosas constelaciones luminosas de firmamentos sensuales, pasando por los vibrantes fondos del océano Atlántico, en el cual podemos percibir gigantescas esponjas marinas, o, en esa misma mirada, descubrir una sorprendente nebulosa estelar. Decía Claude Monet en relación a su pintura lo siguiente: “El motivo es para mí del todo secundario, lo que primero quiero representar es lo que existe entre el motivo y yo”.