Gianluigi Colin

Mitografías

Exposición

En sus Mitografie (Mitografías), parte de una pregunta: ¿En qué se han convertido –para nosotros– Mercurio, Marte, Saturno y Venus? Su apuesta no consiste en iniciar un recorrido nostálgico. Intenta rastrear supervivencias lejanas. Escruta los muchos brotes de clasicismo, a menudo descuidados, diseminados en los intersticios de nuestro presente. Se sirve del mito como de un instrumento privilegiado, no para salir de “este” mundo, sino para recorrerlo de forma distinta, emprendiendo caminos poco explorados. A la escucha de “oráculos parlantes”, compone frescos postmodernos, en los que se rompe cualquier centralidad. Comprometido en ir más allá de las reglas habituales del relato, se entretiene en detalles afortunadamente encontrados. Extrae fragmentos sin origen, que funde en almanaques excéntricos, reveladores de un audaz postrealismo. Para dar vida a sus imponentes, inexactos e imperfectos “cuadros”, Colin recurre a una técnica compleja. En primer lugar, hojea los periódicos; después, elige páginas en donde aparecen imágenes “reveladoras”; a continuación, arruga esas hojas, con un gesto de intolerancia moral; luego fotografía esas hojas arrugadas; después imprime el archivo en papel de periódico, que se pega sobre un lecho, hecho a su vez de sedimentaciones de papeles de periódico (una especie de “reescritura” de la técnica clásica de la imprimación); finalmente, con ímpetu, interviene con las manos sobre este material, con ulteriores pliegues. Es como asistir a un seductor naufragio. La obra se da como un tejido encrespado, un arsenal de memorias deshilachadas, un mar agitado por olas, ejercicio dotado de una inesperada consistencia plástica y poética.