Frank Stella

Del rigor al barroquismo

Exposición

Frank Stella, que estudió desde 1950 hasta 1954 en la Philips Academy en Andover y posteriormente, hasta 1958, en Princeton, estuvo fuertemente influenciado por el impacto que transmitieron a los estudiantes estadounidenses los creadores de la Bauhaus exiliados a causa de la amenaza del nazismo. Stella pertenecerá, pues, a una generación de artistas formados por completo en la abstracción tanto teórica como plásticamente, opción que defiende y reivindica completamente: “Creo que la abstracción ha superado a los modos figurativos de la pintura a partir de 1945.” Y añade “La abstracción es de todas las vías pictóricas la que tiene más probabilidades de considerar la suma de los conocimientos adquiridos por nuestra cultura. Es adaptable y evolutiva.” A finales de los cincuenta, e influenciado por las propuestas de Kasimir Malevich y Piet Mondrian, el artista reivindica en sus pinturas las estructuras primarias de la forma y el color. Trabaja con gran simplicidad de elementos plásticos y con gran economía de medios sobre pinturas de gran formato negras, blancas o multicolores ejecutadas con gran minuciosidad y cuyos contornos coinciden con los límites exteriores de la imagen. “Sus franjas son caminos que recorre el pincel sobre el lienzo. Caminos que no conducen más que a la pintura” dijo a este respecto Carl André. Frank Stella inicia al poco tiempo la construcción de sus «Shaped-canvas», cuadros de formas singulares y originales que desafían los cánones tradicionales. El uso de bandas de color pauta el ritmo del espacio en el soporte dando a la obra el estatus del objeto cuya función es la de revalorizar su entorno. Tras haber sido uno de los más importantes representantes del Arte Minimal, Frank Stella recurre a partir de 1974 a formas múltiples y recortadas, confeccionadas con  materiales muy diversos y usando una gama amplia de colores fluorescentes, metálicos, ácidos. Es un trabajo que se va haciendo paulatinamente tridimensional y cuyas formas libres le encaminan  hacia la escultura. Recortes de cartón, telas, bronce, o fragmentos de rejilla que une a piezas de aluminio fijadas a estructuras de metal. Esta metamorfosis hecha a partir de series que se superponen en el tiempo, con aportes del kitsch, del graffiti, con evocaciones del Pop y empleando colores de la cultura popular, le conducen a una especie de barroquismo del que más tarde escapará cuando trabaje en obras de escala monumental, a las que el acero pulido, oxidado o quemado le darán un aspecto mucho más austero.