Cveto Marsi?

Pintura Absoluta

Exposición

En su obra la naturaleza es esencia pura. Es la meditación sobre lo primitivo, lo originario, un ecosistema en el que conviven grandes dualidades: recuerdos y estados de ánimo, memoria y espíritu. En este sentido, su proceso creativo se puede definir como una performance sin término transportada al lienzo, sin límite en el manejo de la materia. En consecuencia, el gesto deja su huella, su carga emocional en la masa pictórica, a la que modifica y moldea imprimiendo sobre ella sus remembranzas de cada lugar y la vivencia que extrapola del paisaje. En su trayectoria artística pueden distinguirse varias etapas. A mediados de los años noventa del siglo XX, realizó una pintura de corte expresionista en la que los colores vivos y pinceladas multidireccionales fueron los protagonistas. En los primeros años de este siglo, hizo su aparición una temática sutilmente figurativa, en la que se vislumbraba levemente la acumulación matérica, pero en la que prevalecía la búsqueda de uniformidad y partición del lienzo entre el cielo y la tierra, entre lo incorpóreo y lo físico. En ocasiones, afloraban en estas telas formas de objetos enterrados en la materia, como símbolos de una mitología personal que dejaba pistas para su desciframiento. A partir de 2002, la superficie de la tela quedó abarrotada por manchas de pintura, superpuestas entre sí y aplicadas con los dedos en diferentes orientaciones, en las que Marsi? experimentó con gamas de colores y cuyos títulos vinculó al lodo, al barro, a las aguas salinas, a la tierra. Poco a poco, especialmente a mediados de esta primera década, introdujo las manchas esféricas, ovillos acumulados que evolucionarían hasta convertirse en nidos. Nidos que representarían “el hogar, la patria, pero también el lecho germinal vinculado a la tierra, a la propia sangre, a la familia, a la vida”, según palabras de Fernando Zamanillo. Primero como esbozos evocativos y después como performances constructivas, estos nidos quedan documentados en la muestra por las fotografías y la vídeo instalación de Petra Paula Merino. “La necesidad de expresión no tiene explicación racional, es íntima, instintiva. Es un impulso primigenio que nace desde la experiencia vivida, desde dentro hacia afuera. Es única, personal, íntima, aunque trate de realidades que forman lo no personal.”Cveto Marsi?