Mujeres fotógrafas en la Colección del IVAM

Exposición

En el siglo XX las fotógrafas fueron partícipes de todas las áreas de la vanguardia, entre ellas la fotografía. Algunas de ellas estudiaron nuevas técnicas en la Bauhaus o frecuentaron a los surrealistas y crearon imágenes oníricas que reflejaban la percepción y experiencia femeninas. Una fotógrafa formada en la Bauhaus como Grete Stern usó la técnica del fotomontaje para manipular y combinar imágenes de distintas fuentes. Su obra auguró las fantasías feministas de finales del siglo XX con la serie Sueños. Por otro lado, mujeres como Dorothea Lange o Cristina García Rodero, son destacadas fotógrafas documentales que emprendieron viajes hasta zonas remotas para fotografiar la pobreza, los pueblos indígenas, proporcionándoles dignidad con la esperanza de cambiar sus condiciones de vida. Dorothea Lange realiza emotivas fotografías que son sobrecogedores documentos de las terribles condiciones de vida durante la Depresión norteamericana en áreas rurales donde los niños pasaban hambre y sus demacradas madres apenas podían vestirlos. Cristina García Rodero es una de las fotógrafas españolas con mayor reconocimiento, Premio Nacional de Fotografía en 1996, es conocida por sus instantáneas de fiestas tradicionales populares –tanto paganas como religiosas– en España, Europa, Latinoamérica y, en especial, en Haití, donde pasó años investigando y documentando los intensos rituales de vudú. En el otro extremo del espectro se encuentran todas esas fotógrafas que optaron por prestar atención al mundo interior subjetivo en lugar de al mundo objetivo circundante. Ambos grupos realizaron obras que fueron no solo técnicamente avanzadas sino que se atrevieron a explorar nuevos territorios de la mente y las emociones. Una de las pioneras fue Claude Cahun, que realizó esquizofrénicas imágenes dobles de sí misma mirándose en un espejo y experimentó con otros métodos de distanciamiento. También es del máximo interés la fotografía de Diane Arbus, con sus retratos de personajes marginales. La alienación y el distanciamiento son el común denominador de las fotografías de Arbus, que se sirven de la psicología para entrar en el perturbador mundo interior de sus retratados. La muestra nos acerca también al proceso de creación de Eva Lootz, Cristina Lucas o Cristina Iglesias, y la definitiva y radical forma de tratar la fotografía de Carmen Calvo, Premio Nacional de Artes plásticas en 2013, con sus máscaras, su espíritu inquietante y la superposición de técnicas. Al estudiar a las fotógrafas se encuentra en estas mujeres una valentía y voluntad extraordinarias a la hora de asumir riesgos y avanzar por caminos desconocidos, exponiendo tanto los miedos y las ansiedades como las posibilidades de las mujeres mientras rompen viejos tabúes y exigen una auténtica autonomía. Se ha escrito mucho sobre la “mirada masculina” que cosifica a las mujeres, pero nos preguntamos si existe la “mirada femenina”. De existir, está basada en una capacidad para enfatizar y comunicar las sutilezas de la intimidad y la emoción que tradicionalmente se han asociado con la capacidad de la mujer para mirar en las profundidades más que en las superficies de las cosas. Al trascender los tormentos y traumas personales, las fotógrafas nos brindan imágenes que son psicológicamente inquisitivas y técnicamente sofisticadas.