Sustituir por vídeo de Daniela en el museo.
Una de las estrategias para avanzar en el respeto a la diversidad sexual, de género y familiar es hacerla visible en la sociedad de la manera más amplia posible.
Sin embargo, para conseguir esta visibilidad, pueden aparecer obstáculos a superar. El objetivo es conseguir espacios sociale seguros, en los que cada persona pueda vivir sin miedo a ser objeto de discriminación o agresiones.
Veamos algunos casos.
En el caso de la homosexualidad en algunos deportes, como el fútbol masculino, es prácticamente imposible que un jugador haga visible una orientación sexual no normativa.
La diversidad familiar es una realidad, pero en algunos círculos aún se impone la familia tradicional como único modelo posible.
Miedo a burlas, a comentarios incómodos, amenaza de perder el empleo… El 72% de las personas LGBT aún no ha dado el paso de salir del armario en su trabajo, aunque sí lo hayan hecho en otros ámbitos de su vida. Generar espacios seguros pasa por fomentar políticas laborales de diversidad e inclusión, pero también por romper los silencios cómplices y visibilizarse como persona aliada del colectivo.
Hablar con naturalidad de las diferentes orientaciones sexuales no debería de ser un problema a ninguna edad en ningún medio de comunicación.
El anonimato en las redes sociales facilita comportamientos irrespetuosos y violentos hacia la diversidad sexual y el feminismo.